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Guía para no tener sexo anal doloroso

 

Lo primero que se piensa a la hora de mencionar “sexo anal” es: pupa, dolor, suciedad, incomodidad, morbo. Algo que les encanta hacer a “ellos” [hombres cishetero] pero no recibirlo. Sin embargo, ¿quién iba a decir que el sexo anal, si se hace bien, es muy placentero, y muchísimo más para las personas con pene?

Es verdad que existe una especie de tela que recubre al sexo anal. Sólo se puede ver tabú y desconocimiento, ocasionando que el sexo anal doloroso sea la realidad de muchas parejas heterosexuales que lo llegan a probar. No obstante, algo que hay que contemplar sí o sí es que el sexo anal, si duele, es que no se está haciendo bien. 

En esta guía encontrarás consejos y recomendaciones para evitar el sexo anal doloroso. De esta manera, tanto tú como tu pareja podrán disfrutar sin tabúes de esta práctica sexual. El sexo anal doloroso NO es normal ni saludable

 

¿Para qué tener sexo anal?

 

Antes de aventurarse a esta práctica sexual es importante ser muy sincero con uno mismo. Con esto queremos decir, no es lo mismo querer practicar el sexo anal porque hay un interés personal, que por presión ejercida por parte de la pareja sexual. 

Por un lado, si se está planteando ampliar la experiencia hacia el sexo anal, es indispensable sentir las ganas de explorar sus sensaciones placenteras. De este modo, se buscarán productos como lubricantes relajantes, juguetes anales indicados para el festín, alimentos que se recomiendan o no para comer horas antes, e inclusive formas adecuadas de practicar las duchas anales. Es un interés natural y delicioso que permite prepararse mental y físicamente para ese placer. 

Por otro lado, si vino de una propuesta externa y la idea que viene a la mente es: “Si no accedo, seguro pensará que soy una rígida y se buscará a alguien más para hacerlo.” Esta postura viene del miedo, el cual es una emoción natural pero que suele contraer la musculatura. Si se contrae la musculatura de los esfínteres, habrá pupa y dolor garantizados.

Así que, siendo muy franco contigo mismo, ¿para qué quieres practicar el sexo anal: para y por tu placer o por miedo?  


DATO CLAVE: El sexo anal, si duele, es que no se está haciendo bien. 

Relajación muscular para sexo anal 

 

Como bien mencionamos anteriormente, es indispensable estar relajado antes de practicar sexo anal. Y con esto, nos referimos al beso negro –sexo oral anal–, uso de juguetes anales como plugs –dilatadores anales– o bolas tailandesas, o la penetración con los dedos o algún objeto como el pene o un dildo. Cualquiera de las prácticas que se planteen realizar en el ámbito del sexo anal es indispensable relajar la musculatura. 

¿Cómo se hace? A través de los famosos ejercicios de Kegel que todas las personas, independientemente de su sexo biológico, pueden practicar. Se trata de apretar unos segundos la musculatura pélvica y luego soltar. Repite este ciclo hasta que tengas identificado cómo se siente contraer y relajar la musculatura pélvica. 

Recuerda, apretar y soltar. 

Por cierto, por ahí circula un mito de que puedes hacerlo mientras meas – pero no, no lo hagas. Esta opción es sólo una de las maneras de observar el estado del suelo pélvico y sólo se debe realizar UNA ocasión. En caso de continuar ejerciendo esa presión sobre la uretra, puede llegar a desencadenar una infección urinaria. Y no queremos eso.  

 

Ducha anal para una buena higiene 

 

Tanto para prevenir pensamientos intrusivos sobre “¿Y si ensucio la cama o me ve la caca?” como disminuir la incidencia de un sexo anal doloroso, las duchas anales son opciones altamente recomendadas. 

Es importante contemplar que en el sexo anal SIEMPRE puede haber la posibilidad de tener ese regalito extra – que está bien y es normal. Por lo que para reducir esa situación, te recomendamos practicar duchas anales antes de esta práctica erotico-festiva.  

Si de todas formas te preocupa manchar las sábanas – coloca una toalla encima y listo. Se pone a lavar y nadie vio nada. 


BONUS: ¿Cómo hacer una ducha anal? 

Lubricante relajante para sexo anal

 

Ya sea para sexo vaginal o sexo anal, es INDISPENSABLE contar con un lubricante en la mesita de noche. En especial para el segundo caso. Y es que, a diferencia del sexo vaginal, en donde puede surgir la lubricación, en el sexo anal… Pues no hay lubricación natural. De modo que, para facilitar la penetración y las sensaciones corporales placenteras, es muy recomendable usar un lubricante anal. 

Los lubricantes anales suelen ser con base en silicona, ya que cuenta con una textura que facilita muchísimo la fricción y se convierte en una pequeña capa protectora contra las heridas y rasgaduras en la zona. Además, algunos lubricantes anales suelen poseer propiedades que relajan la musculatura anal, dando una sensación de frescor y seguridad. 


BONUS: ¿El lubricante de cannabis es para mí?

sexo anal | blog Montse Iserte

Usar juguetes anales (¿cómo distinguirlos?)

 

Antes de introducir un dildo o un pene en el sexo anal, es indispensable primero estimular la zona adaptándola a dilatación. Es decir, primero juega, acaricia, besa por la zona externa. Después, sí, introduce un dedo o usa algún juguete anal. 

Ojo, para distinguir de manera adecuada un juguete anal de los otros es que los juguetes anales tienen un tope para evitar la succión por parte de los esfínteres. Así se pueden retirar con facilidad. Evitémonos llegar a urgencias por que se atoró un control remoto, un muñeco de Buzz Light Year con las alas abiertas o alguna botella de cristal o de shampoo. 

Como ya mencionamos, existe una serie de juguetes idílicos para el sexo anal. Entre ellos se encuentran los dilatadores anales (o plugs anales) de diferentes tamaños y materiales. 


BONUS:  una guía para elegir el plug anal ideal para ti.

 

Otro juguete anal muy interesante son las bolas tailandesas. Se trata de una tira de bolas que pueden variar en diámetro pero que se pueden introducir y retirar con mucha facilidad. Es más, una vez que estén dentro estas bolas tailandesas y se esté a punto de llegar a un orgasmo, el retirarlas por completo puede ocasionar un placer excesivo e inigualable. 

Igualmente, para personas con pene, es importante señalar que su punto P –casi un homólogo de la zona G en cuerpos con vulva– es la próstata. Se estimula vía sexo anal. Por lo que los estimuladores prostáticos pueden ayudarte a alcanzar un orgasmo intenso nunca antes experimentado. 


BONUS: ¿Cómo usar un estimulador prostático? 

Qué NO hacer durante el sexo anal 

 

Evitar el sexo anal doloroso es fácil sólo si se toman en cuenta las prácticas de sexo seguro y saludable. Entre las prácticas que NO hay que hacer durante el sexo anal se encuentran: 

  • Evita la penetración anal de buenas a primeras. Primero estimulen y que la persona te haga saber cuándo está preparada para la penetración. 
  • No usar lubricante anal. Siempre, siempre, siempre hay que usar un lubricante. 
  • Si duele, NO seguir intentando la penetración. Comprendamos que el cuerpo tiene dos esfínteres –el interno y el externo–. Si el externo se abre con facilidad, el interno no. Y si se presiona para que el esfínter interno se abra, dolerá y nunca más –en ese momento– se abrirá. No intenten la penetración si duele, y en su lugar fomenten otro tipo de estimulación como el beso negro o acariciar en la zona externa del ano. 
  • NO introducir objetos que no estén diseñados para la penetración anal; es decir, objetos que no tengan un tope. 
  • NO introducir el dedo sucio o con las uñas largas. NO. Imagínate el dolor que eso representaría. Y no sólo eso, también las heridas que pueden generar y, por ende, las infecciones en consecuencia.  
  • Olvídate de tener sexo [el que sea] si uno o la otra persona está enferma. Hay otras maneras de incentivar la intimidad sexual y emocional; como por ejemplo, el after-care

 

Qué hacer para mejorar sexo anal 

 

Un buen sexo [anal] es aquel en donde la comodidad y la comunicación garantiza el placer de cada uno de los participantes. Así que, retomando lo que mencionamos en la introducción, es indispensable comunicar cómo nos sentimos antes, durante y después de la práctica del sexo anal. 

Además, no te olvides de fomentar el after-care después del sexo anal. Es decir, brindarse cuidados mutuos después del sexo; ya sea a través de mimos, abrazos o inclusive pedir un delivery y compartirla juntos.

El sexo anal está para disfrutarlo y no para sufrirlo. Y recordemos que si el sexo anal duele, no se está haciendo bien. Ahora ya lo sabes. 

Última actualización: Julio 2021

Autora: @mj.castaneda.aguirre