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Intersexualidad, ¿A qué se refiere esta palabra? ¿De qué realidad estamos hablando? ¿Cuáles son los tipos que existen? ¿Qué mitos hay alrededor de este colectivo y cuál es la realidad?


 

Intersexualidad: ¿Qué es y qué tipos existen?

La intersexualidad es uno de los colectivos que aparecen representados cuando hablamos del colectivo LGTBIQA+.

Aunque llevan formando parte del colectivo mucho tiempo, todavía es una de esas iniciales de las que menos concienciación social hay y más desconocimiento, en consecuencia, existe. Además, es un colectivo realmente estigmatizado debido a los mitos que hay a su alrededor y las agresiones que sufren cuando son recién nacides.

Así pues, para combatir este desconocimiento y visibilizar la información, hoy hablaremos sobre la intersexualidad. ¿Quieres saber un poco sobre este colectivo? ¿Nos ayudas a desmentir los mitos y la desinformación que hay alrededor de la I de LGTBIQA+?

 

Intersexualidad: ¿Qué es y qué tipos existen? | Blog de Montse Iserte

 

Qué es la intersexualidad

La intersexualidad es un término que hace referencia a una condición biológica con la que nacen algunas personas. Estas condiciones biológicas se refieren a los caracteres sexuales de la persona, y pueden ser tanto a nivel genital, como cromosómico o gonadal. Lo característico de esta situación es que estos caracteres no se corresponden con las ideas binarias bajo las que se mueve nuestra sociedad actual.

De forma resumida y más conciso, una persona intersexual es aquella que nace con caracteres sexuales que no se corresponden con el modelo social de hombre-mujer.

Se estima que, en la población mundial actual, el porcentaje de personas con el rasgo de intersexualidad va desde el 0,05% hasta el 1,7%.

 


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Tipos de intersexualidad, ¿Existen diferentes categorías?

La intersexualidad no es una condición única. Existen numerosas variaciones de lo que médicamente se considera estándar en el modelo binario de hombre o  mujer. No obstante, algunas de estas variaciones siguen un mismo patrón de corporalidades diversas, a pesar de que existan diferencias entre ellos.

Estos tipos de intersexualidad se pueden agrupar en 4 grupos:

  • Intersexualidad 46, XY. La persona tiene los cromosomas que médicamente se asocian a la corporalidad de hombre (cromosomas XY) pero, sin embargo, los caracteres sexuales que se observan (genitales) pueden ser bien ambiguos, bien lo que social y médicamente se asocia a la mujer, es decir, una vulva.
  • Intersexualidad 46, XX. Las personas intersexuales que pueden encajar en esta categoría, les ocurre lo contrario al apartado anterior. Nacen con cromosomas que médicamente se asocian a la mujer (XX), y tienen útero. No obstante, los caracteres sexuales que se observan en la persona son los asociados a un hombre. Es decir, tienen pene.
  • Intersexualidad gonadal. De forma simultánea, la persona puede presentar ovarios y testículos, sea de forma total o no. Existen muchas variaciones dentro de este grupo, pues no solo las gónadas pueden ser ambas de forma total o parcial, sino que también lo pueden ser los cromosomas y los genitales.
  • Intersexualidad indeterminada. En este grupo se incluye a todas las personas cuyo tipo de intersexualidad no encaja en ninguna de las clasificaciones anteriores. Viene a ser un cajón de sastre para todas las realidades que existen.

 

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Mitos de la intersexualidad

Alrededor de la intersexualidad existen diferentes mitos. El primero de ellos es que son personas hermafroditas. Esto es, evidentemente, una gran falta de información: el hermafroditismo es la presencia de órganos reproductivos funcionales de los sexos masculinos y femenino. Esto es erróneo.

También hay desinformación con respecto a qué indica la intersexualidad. Este concepto no hace referencia a la identidad o a la orientación de una persona, sino únicamente a determinadas características biológicas. Así, una persona intersex puede ser homo, bi o heterosexual, de la misma forma que cis o transgénero.

Uno de los mitos más graves de la intersexualidad, es la creencia de que esta situación es un trastorno que debe ser corregido. Esta idea ha llevado numerosas veces –todavía hoy en día– a las operaciones invasivas e irreversibles de bebés.

 


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Montse Iserte – Doctoralia.es

Autora de la nota: Yolanda Carmona