Slow sex, ¿De qué estamos hablando? ¿Tiene algún beneficio para la sexualidad de la persona o para el vínculo de pareja? ¿Qué finalidad puede tener una práctica como ésta?
Hablemos sobre el slow sex
El slow sex es una práctica de la que últimamente se está hablando mucho. No es, ni mucho menos, un descubrimiento reciente ni algo que se haya inventado en los últimos meses. No obstante, cuando se nombra algo que antes era desconocido, parece una novedad y algo nuevo.
Seguro que algunes de vosotres alguna vez ha practicado el slow sex sin haber sabido ponerle nombre a ese tipo de práctica. ¿Quieres saber en qué consiste? ¿Te gustaría conocer los beneficios de practicarlo? ¡Vamos a verlo!
Slow sex, ¿Qué es esto?
Puede que de primeras, el concepto, por el nombre, no te atraiga mucho. ¿Sexo lento? Suena a aburrido… Sin embargo, el slow sex va mucho más allá de eso.
Podemos definirlo como una relación sexual en la que nuestro objetivo no es alcanzar el orgasmo o la estimulación genital, sino disfrutar de las sensaciones de los cuerpos y librarnos de la ansiedad por tener que conseguir que nuestra(s) pareja(s) llegue al clímax.
El slow sex es una experiencia sexual más intensa y emocional, y nos ayuda a ser conscientes de las emociones y las sensaciones que nos provoca la otra persona. Este tipo de práctica se puede explorar tanto en solitario como en pareja, pues no es más que una forma de vivir la excitación del momento y aprender a saborear los estímulos que nos llegan o que nos provocan.
 Montse Iserte tip: |
|
El slow sex puede confundirse
Existen algunos términos con los que podría confundirse el tipo de práctica de la que hablamos hoy. El primero de los términos es el peaking. Es un ejercicio de autocontrol en el que la estimulación se frena cuando estamos cerca de alcanzar el orgasmo, y se continúa de una forma más lenta sin dejar que lleguemos al clímax.
 BONUS: Qué es el peaking |
Aunque se le pueda parecer, hay una clara diferencia entre ambas prácticas. Es realmente beneficiosa para evitar la aparición de la eyaculación precoz o un acercamiento para recuperar tu control si la EP ya ha aparecido en tu vida.
Otro concepto con el que no debemos confundirlo, es con el sexo tántrico. Este es un tipo de práctica sexual que trae consigo toda una filosofía y una serie de creencias tras él. Aunque ambos tienen similitudes en no tener como prioridad el orgasmo y sí el placer y las emociones, son formas distintas. En el sexo tántrico encontramos otros conceptos, como la meditación y un gran sentido de la espiritualidad.
Beneficios del slow sex
Los beneficios de esta práctica son alcanzables para todas las personas. Sin embargo, está especialmente recomendada para aquellas que están pasando por algún tipo de disfunción sexual como la eyaculación precoz o la disfunción eréctil.
Entre sus beneficios, podemos encontrar:
- Mejorar y cuidar el vínculo de pareja, tanto físico como emocionalmente.
- Reconexión emocional profunda, tanto con une misme como con la pareja.
- Mejora el autocontrol.
- Ayuda a evitar la aparición de disfunciones sexuales o a reducir su impacto en nuestra vida.
- Autoconocimiento.
- Es una forma eficaz de elaborar formas de afrontamiento contra la ansiedad sexual, al desvincular el sexo de la penetración o de la obligatoriedad de alcanzar el orgasmo.
- Mejora la creatividad, tanto individual como en pareja, al originar formas nuevas de interacción erótica con la otra persona.
- Aprender a ser conscientes de los estímulos que llegan a nuestro organismo.
Si necesitas técnicas o una guía profesional para dar algunos pasos hacia la reconexión emocional y sexual con tu pareja, contacta con nosotres a través del número 615095769, puedes escribirnos por WhatsApp o directamente llamarnos. También puedes agendar cita con Montse Iserte:
Autora de la nota: Yolanda Carmona