La vagina cerrada, ¿Es posible tenerla? ¿Qué me está pasando si no puedo introducir nada? ¿Es cierto que si no tengo sexo, se me puede cerrar?
Vagina cerrada, ¿Qué me está pasando?
Cuando hablamos de que tenemos la vagina cerrada, ¿Qué estamos queriendo decir, en realidad? ¿Qué tipo de situación hay tras esta característica? ¿Estamos ante una situación normal o algo a lo que deberíamos prestar atención y pedir ayuda profesional?
Además de estas preguntas, hoy hablaremos sobre esa situación de la que se habla hoy en día. Se dice que, cuando llevamos mucho tiempo sin tener sexo (en realidad, sin practicar la penetración), se puede quedar la vagina cerrada. ¿Es esto real? ¿Hay base científica tras este dato? ¡Conozcamos la realidad!
Qué está pasando si tengo la vagina cerrada
Cuando pensamos que tenemos la vagina cerrada, en muchas ocasiones, podemos no estar dándonos cuenta de que se trata de un problema. Vivimos bajo la costumbre del conformismo y de no prestarnos el autocuidado que merecemos.
Debemos saber que esta circunstancia NO es normal ni habitual. Sobre todo, debemos saber que no pasará solo con el tiempo. ¡No todo lo cura!
Esta idea de tener la vagina cerrada es, en realidad, una disfunción sexual.
 BONUS: Qué son las disfunciones sexuales |
Esta disfunción sexual se caracteriza por el cierre total o parcial de la vagina. Pero, ¿Está cerrada realmente? Lo cierto es que no. Lo que está ocurriendo es que las contracciones de los músculos de nuestra vagina impiden que se introduzca ningún objeto o parte del cuerpo en ella. Pues, en efecto, cuando una persona tiene vaginismo, también puede tener dificultades para usar objetos de higiene íntima, someterse a exámenes ginecológicos y, por supuesto, en la penetración.
| BONUS: Qué es el vaginismo |
Cómo superar el hecho de tener la vagina cerrada
Si tienes vaginismo, es recomendable que acudas a profesionales de la sexología para que atiendan tu problema.
| BONUS: Psicóloga online, ¿Buscas ayuda profesional? |
¿Qué puedes esperarte de la terapia con una psicóloga especializada en sexología? Lo primero que debes tener en cuenta, es que no se tratará únicamente los síntomas del vaginismo, sino que también se atenderán las consecuencias psicológicas que está teniendo, como por ejemplo:
- Dificultades en el vínculo de pareja.
- Baja autoestima.
- Baja autoimagen.
- Ansiedad sexual.
Lo que aprenderás durante la terapia sexual te ayudará, dependiendo del caso personal de cada persona con la vagina cerrada, a alcanzar diferentes objetivos. Por ejemplo:
- Eliminar creencias erróneas.
- Control voluntario de la musculatura.
- Autoconocimiento.
- Mejora de la respuesta emocional.
- Desarrollo de herramientas efectivas de afrontamiento.
Si no tengo sexo, ¿se me puede cerrar la vagina?
Si no tengo sexo, ¿se puede cerrar la vagina? Se trata de una cuestión que se ha promovido mucho desde la televisión y el cine. En ocasiones, a modo de preocupación, y otras a modo de chiste. No obstante, es una idea que se ha quedado en el imaginario colectivo y se ha impregnado en nosotres como una idea real.
Debemos saber que NO hay ningún dato científico que de importancia a esta situación. Es decir, por mucho tiempo que pasemos sin practicar sexo, o más bien a lo que se refieren, sin tener penetración, no se nos cerrará la vagina.
El tejido de la vagina es músculo elástico. De este modo, aunque llevemos años sin practicar la penetración, la próxima vez que nos pusiéramos a ello, este tejido permitiría que la vagina se dilate con la excitación sexual.
¿Te has identificado con esta idea de tener la vagina cerrada? ¿Necesitas ayuda profesional para superar esta disfunción sexual? Recuerda que la ayuda de una sexóloga puede ser fundamental para avanzar y lograr los resultados deseables. Por ello, nosotres te acompañamos y te guiamos para que superes esta situación. Puedes llamarnos al 615095769, así como escribirnos por WhatsApp. También puedes pedir cita directamente a través del siguiente enlace:
Autora de la nota: Yolanda Carmona